A primera hora excursión al Monte Líbano en la región del Chouf donde cohabitan cristianos y musulmanes drusos, y donde visitamos la pintoresca población de Deir el Qamar y el Palacio de los emires de Beiteddin, maximo exponente de la arquitectura libanesa tradicional de los S.XVII y XVIII. Resto del día dedicado a recorrer Beirut, la ciudad que se resiste a morir, la metrópoli cosmopolita por excelencia del Mediterráneo Oriental. Los restos de ruinas milenarias se alternan con edificios parcialmente destruidos por la guerra civil (1975-1990) y rascacielos de última generación, mientras mezquitas e iglesias, musulmanes y cristianos de todas confesiones compiten por llenar el resto. Un paseo por Beirut es una visita en sí misma, pues la libertad de credos y mezcla de culturas nos inunda sin darnos cuenta, aunque algunos lugares como el Museo Arqueológico Nacional merecen realmente la pena. El centro de atención arquitectónica y vital se dirige inevitablemente hacia Solidere, el centro histórico en reconstrucción desde hace 15 años y que es el corazón del Beirut de los cafés, restaurantes y pubs nocturno. La visita se inicia por el pequeño pero espectacular Museo Arqueológico, que destaca por la calidad de sus piezas y por su excelente exposición. Continuamos con un tour por el paseo marítimo, la Roca de las Palomas (Raouche), la avenida Al-Hamra y finalizamos en la zona en vías de reconstrucción, más conocida por el acrónimo Solidere cuyo centro es la Place de l’Etoile y donde se encuentran iglesias y mezquitas antiguas como la iglesia de San Juan Bautista reconvertida en Mezquita de Omar tras la expulsión de los cruzados.