Un país que tiene una situación privilegiada, a medio camino entre oriente y occidente. Esta situación entre Europa y Asia ha sido siempre un cruce de caminos y culturas. Por aquí pasaron y dejaron huella eslavos, latinos y asiáticos, dominaron tradiciones paganas, cristianas y musulmanas que determinaron el carácter variado del país, pero sin embargo, no pudieron con la fuerte identidad de los búlgaros. Viajar a Bulgaria nos da la posibilidad de descubrir las distintas caras de este país con pintorescos monasterios, pueblos auténticos, sitios de interés cultural, naturaleza preservada y hoteles que ofrecen una cálida bienvenida. Un viaje a Bulgaria en grupo o a medida conociendo la capital de Bulgaria, Sofía, los secretos de tres cadenas montañosas: Rila, Pirin y Rodopi, tener la posibilidad de visitar Bansko, Dobarsko y el Monasterio de Bachkovo. En Plovdiv, la segunda ciudad de Bulgaria puede explorar el casco antiguo, conocer el Valle de las Rosas y el Valle de los Reyes Tracios, cruzar la cadena de los Balcanes por el paso histórico de Shipka. En Triavna, Etara, Bojentsi y Arbanasi aprenderá más sobre el período del Renacimiento Búlgaro (s. XVIII-XIX), su arquitectura, arte y tradiciones. En lacapital medieval Veliko Tarnovo sentiremos el espíritu del pasado glorioso del Segundo Reino Búlgaro (s. XII-XIV). Viajar a Bulgaria es encontrarse con pueblos pintorescos de vivo folclore y ricas recetas de cocina tradicional. Bulgaria es un país que atrae al viajero alternativo por su naturaleza virgen y las numerosas posibilidades de aventuras al aire libre.
